Cuando la maldita pandemia sea historia, poco a poco se irán
sabiendo datos que ahora son pura incógnita: causas, errores a evitar, remedios
que se podrían haber aplicado, vacunas, etc.
Pero una duda que sobrevuela el ambiente y que posiblemente jamás
podremos averiguar, es quién decide y filtra las preguntas que se presentan al
Sr. Presidente en sus comparecencias.
Con la excusa de que no puede haber periodistas presentes,
alguien desconocido decide qué preguntas tienen el privilegio de llegar hasta
el jefe del ejecutivo y ser respondidas, y cuales son eliminadas por,
supuestamente, estar en franca minoría y no coincidir con lo que preguntan más
periodistas.
Supongo que todas las cuestiones rechazadas acabarán en la
papelera virtual de un ordenador de Moncloa, pero sería un dato interesante
para la historia saber cuáles eran esas interrogaciones repudiadas.
Aunque confío en que cuando los periodistas puedan volver
físicamente a la Moncloa alguien pueda hacer la pregunta.