La Sentencia.

Hay que ir adelante, avanzar. Cuando te encuentres un traidor llámale traidor. Cuando te encuentres un ladrón, llámale ladrón. Cuando te encuentres un cobarde, llámale cobarde. Siempre adelante, hasta encontrar el sepulcro del hombre que nos va a rescatar en los luceros. Miguel de Unamuno.

domingo, 25 de julio de 2021

Mártires.

 

Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Puede ser, pero hay que tener en cuenta que también se dan los políticos que no tienen inconveniente en insistir una y otra vez con el mismo pedrusco, más teniendo en cuenta que no son ellos los que se llevan el morrazo sino todos los contribuyentes que aguantan el dispendio provocado con sus impuestos.

Hace tiempo el gobierno se empeñó en exhumar los restos de Francisco Franco del Valle de los Caídos. Su idea era llevarlo a un lugar tranquilo y discreto, donde los nostálgicos, que según ellos eran pocos pero a la vez temibles, no pudieran organizar peregrinaciones.

Se encontraron con el imprevisto de que la familia del anterior jefe del Estado poseía un lugar nada menos que en la Catedral de Madrid; con lo cual todo iba ser nada discreto y menos aún tranquilo para el gobierno.

Se prevaricó, se avasalló y se hizo todo lo posible para que no reposara allá sino en el cementerio de Mingorrubio, al lado de donde ejerció el poder. Algo que tampoco resultó del gusto de mucho político recién llegado.

Ahora el gobierno, loco por desviar la atención de donde se debe, quiere desalojar a los monjes que están en la abadía, ya que quiere dedicar tanto la cripta como la abadía a otros menesteres. Y ahora se encuentra con que una de las posibilidades es que los monjes desahuciados vayan, nada menos, que a un monasterio, próximo a construirse, a Paracuellos del Jarama, lugar donde los antepasados de los que están ahora en el poder le dieron con saña al gatillo sobre prisioneros desarmados. Localidad también se va a constituir un monasterio femenino.

Una especie de complejo que ya se empieza de denominar “la catedral de los mártires”, y a ver de qué artimaña se valen ahora para evitarlo.

lunes, 12 de julio de 2021

Pocoyo.

 

Parece ser que el gobierno canario ha decidido que el personaje de dibujos animados Pocoyo sea el protagonista de una campaña publicitaria para fomentar el turismo internacional en sus islas.

Vale que ese personaje ya sea conocido internacionalmente (bueno, en Corea del Norte no creo), pero teniendo en cuenta que el turismo que va a las Islas Canarias va buscando un clima de lo más apacible y unos paisajes hermosos y exóticos, difícilmente se va a ver ayudado por un personaje que gasta una gorra con orejeras, más propia de países invernales y nevados. Seguramente desprovisto de ese aditamento y con un bañador (que menos en Canarias) muchos ni lo reconocerán.

Además, en sus dibujos nunca se usan fondos, si no se usan en la campaña publicitaria mal van a difundir la belleza de sus islas, y si se colocan quitan la esencia de esos dibujos.

Solo se me ocurre que prescindan de la elefanta Elly y la transformen en un dromedario. Por entrar un poco más en contexto.

martes, 6 de julio de 2021

El instante que todo lo cambia.

 La psicología del hombre contemporáneo se pudo observar ayer mismo durante el partido Italia-España. Acababan de marcar los españoles el gol que igualaba la contienda, y se disponían los italianos a sacar de centro.

Ya se habían acabado las celebraciones de los que habían empatado, y un cámara tuvo a bien enfocar a un aficionado azzurra que en ese momento era la misma imagen de la desesperación: ojos llorosos, las manos crispadas,  retorciendo una bandera y un gesto de grandísima angustia; parecía estar pidiendo la eutanasia en ese mismo momento.

Pero justo en ese instante, se da cuenta de que está saliendo por el videomarcador de Wembley, y en ese instante, las lágrimas son sorbidas, la bandera, aliviada, se ve liberada, y el rostro adquiere la expresión de la más vehemente alegría, felicidad y entusiasmo. Seguramente, aunque Italia hubiera sido eliminada, ya pensaría que por esa oportunidad de mostrar su cara al mundo entero, ya merecía la pena haber pagado la entrada al partido. Feliz él. 

Durante esta Eurocopa serán centenares los espectadores que volverán felices por esa oportunidad, y luego estarán los que aunque fueron enfocados, no se dieron cuenta de la feliz consecuencia, y serán familiares y amigos quienes se lo adviertan con posterioridad, pero ya no será lo mismo.