La Sentencia.

Hay que ir adelante, avanzar. Cuando te encuentres un traidor llámale traidor. Cuando te encuentres un ladrón, llámale ladrón. Cuando te encuentres un cobarde, llámale cobarde. Siempre adelante, hasta encontrar el sepulcro del hombre que nos va a rescatar en los luceros. Miguel de Unamuno.

martes, 23 de abril de 2024

Legislación.

 Es muy curioso el criterio que tiene este gobierno a la hora de interpretar aquello de que la ley es igual para todos.

Así, cuando ya nos vamos habituando a que las normas no son iguales para hombres y mujeres (y que hacen que muchos hombres cambien de bando para evitar la discriminación patente), ahora nos sale con que los plazos que establecen la prescripción de los delitos no son aplicables en el caso de abusos dados dentro de la iglesia.

A este paso nos encontraremos con una legislación que imponga las condenas en función de lo que haya votado el acusado, y así, cuando más escorado a estribor esté uno, más liviana será la pena, llegando al indulto si se acreditan los suficientes méritos ideológicos.

domingo, 14 de abril de 2024

Paro.

 Hay algo que no me cuadra en la propuesta de Yolanda Díaz acerca de la nueva regulación del despido que propone.

Supuestamente lo dificultaría y haría más complejo el despedir al empresario, pero también propone que a la hora de indemnizar, se tendría en cuenta las circunstancias personales de cada trabajador. Y se tendría en cuenta el daño que sufriría el despedido en función de sus factores personales.

Así que ya me imagino a los empresarios contratando exclusivamente solteros, que vivan con sus padres, sin hijos ni pareja, y, a poder ser, con algo de ahorros para ir tirando hasta que encuentren otro trabajo.

Eso, por no hablar de la reticencia de los empleadores a la horar de contratar. Sucedería algo que pasa con los alquileres. Si el empresario ve el hacerse con un nuevo trabajador como un riesgo indudable, se lo va a pensar, y mucho, antes de tomar la decisión. Lo cual no va a aliviar los números del paro.

martes, 9 de abril de 2024

Soberanía compartida.

Hace tiempo escuché, y repetidamente, que una familia humilde se reunió para comer. Antes de comenzar, la madre se atrevió a orar, y en su oración, tuvo la ocurrencia de decir que esa comida no se la merecían.

El padre, que, para ganar ese pan, se dejaba los lomos día a día, tuvo un ataque de furia. Vociferó que ¡Cómo que no se merecían ese pan!

Agarró la olla con la pitanza, y la arrojó por la ventana, espantando a su familia y vecinos del inmueble.

Supongo que, de ahí en adelante, la buena mujer, cuando orase, recalcaría que lo que iban comer era el pan NUESTRO. Vamos, con derecho a uso y disfrute de la familia. Si no, los ayunos iban a ser prolongados.