En esta vorágine de aparición de
vacunas, ahora nos encontramos con que los rusos sacan la Sputnik light, que,
al parecer, es más barata, solo requiere un pinchazo, necesita menos
mantenimiento, y es más barata.
Mientras que, en Europa, no está
autorizada la vacuna china, pero en Hungría, que va por libre en casi todo, ya
se la están administrando, primer ministro incluido.
Y como las reglas del juego no
dejan de ser las capitalistas, Pfizer, como quien no quiere la cosa, ha dejado
caer que es posible que sea precisa una tercera dosis para mejorar mucho más la
inmunidad. Lo que se traducirá en más beneficios para ellos, teniendo en cuenta
que es la vacuna más cara. Se va a acabar
convirtiendo en la Apple de las vacunas.
Y pronto todas saldrán con que cada cierto tiempo sacarán una versión
mejorada que cada vacunado se apresurarse a consumir, y no por estar a la
última, sino porque creerá que se está jugando el pellejo.
Qué tiempos cuando te colocaban una
vacuna casi sin pensar, sin haber más opciones en el Mercado.
Es de imaginar que en poco tiempo
algunas dosis ya no harán falta y solo se nos pincharán para que los laboratorios
nos saquen el dinero a cambio de salud. Esperemos que entonces no nos estén sacando
también la salud.