En algunos países, los estudiantes universitarios piden becas y ayudas, y luego, cuando consiguen su licenciatura y comienzan a trabajar deben pagar poco a poco el dinero que se ha invertido en ellos.
Algo parecido se podría hacer
aquí con los inmigrantes ilegales a los que se da cobijo, alimento y atención sanitaria
al llegar.
Cuando consiguieran un trabajo
legal tendrían que ir devolviendo, aunque sea poco a poco, el coste que han
supuesto para las arcas públicas, que, al fin y al cabo, se nutren de los aportes
de los demás ciudadanos.
También serviría para hacer
desistir a los que no tengan intención de hacer tal reintegro.