Más de uno podría pensar que la tierra tiene algún que otro recurso que se da en tal cantidad y distribución, que jamás habrá problemas de acceso, uso y disfrute.
Uno sería la arena, que más o menos se da en todo territorio, y en algunos países, como los desérticos, habría para dar y tomar.
Pero, hete aquí, que se trata de un recurso de uso masivo. Se emplea para extraer petróleo, gas, construir chips y sobre todo en la construcción.
Todo ello ha llevado a un negocio que mueve millones de euros y que, inevitablemente ha llevado a la actividad mafiosa y con ello a la escasez, por paradójico que parezca.
En España se da un grave problema con las esenciales playas. Muchas de nuestras playas no son naturales y su arena debe ser repuesta cada cierto tiempo por la erosión y sobre todo por la devastación provocada por las tormentas que de vez en cuando las azotan.
Una empresa ha ideado reciclar botellines de cerveza para transformarlos en arena con la que rellenar las playas. Eso sí, harían falta unas 500.000 botellas para obtener 100 toneladas de arena.
Supongo que más de uno que ha sido multado este verano por hacer botellón en la playa se habrá sonreído al leer la noticia. Y espero que el vidrio esté bien pulverizado, porque si no el resultado puede ser demoledor para los que en el futuro se tumben en las playas a solazarse con el sol.
La Sentencia.
Hay que ir adelante, avanzar. Cuando te encuentres un traidor llámale traidor. Cuando te encuentres un ladrón, llámale ladrón. Cuando te encuentres un cobarde, llámale cobarde. Siempre adelante, hasta encontrar el sepulcro del hombre que nos va a rescatar en los luceros. Miguel de Unamuno.
domingo, 24 de septiembre de 2017
lunes, 18 de septiembre de 2017
domingo, 10 de septiembre de 2017
El cambio que viene.
No me puedo considerar anti Trump. Es evidente que tiene sus errores, defectos, manías y tics, y afirmo que con toda seguridad con Hillary ahora el mundo sería un mundo peor, pero ello no es óbice para que el empresario haga algo por mejorar, al fin y al cabo todo es mejorable.
Sigue empeñado en negar el cambio climático, y la Naturaleza, esa mala perdedora, se complace en desmentirle día a día: Cuando no es un incendio californiano, es la sequía -esa no puede ser provocada-, inundaciones descomunales o huracanes devastadores. Puede dudarse la influencia de la mano del hombre en ese cambio, pero las consecuencias, sea quien sea el autor, están ahí.
Tal vez el cambio se dé porque el clima nunca ha estado estable y ahora toca un cambio brusco, pero algo hay que hacer para paliar las consecuencias.
Trump tiene más mano para influir en la industria nacional para que afloje el pulso, aunque es difícil hacerlo cuando ya está de por sí algo débil y parece que si pisa el freno China y la Indía se disponen a acelerar. Y es que sucede igual que pasaba durante la Guerra Fría, los progres de entonces sólo pedían el desarme de un bando.
Y luego queda lo que podamos hacer cada uno dentro de nuestras posibilidades. Hace poco en el trabajo, un compañero hablaba del cambio climático y la culpabilidad del presidente useño, mientras se secaba las manos con un folio inmaculadamente blanco, recién sacado de fotocopiadora. Para matarnos.
Sigue empeñado en negar el cambio climático, y la Naturaleza, esa mala perdedora, se complace en desmentirle día a día: Cuando no es un incendio californiano, es la sequía -esa no puede ser provocada-, inundaciones descomunales o huracanes devastadores. Puede dudarse la influencia de la mano del hombre en ese cambio, pero las consecuencias, sea quien sea el autor, están ahí.
Tal vez el cambio se dé porque el clima nunca ha estado estable y ahora toca un cambio brusco, pero algo hay que hacer para paliar las consecuencias.
Trump tiene más mano para influir en la industria nacional para que afloje el pulso, aunque es difícil hacerlo cuando ya está de por sí algo débil y parece que si pisa el freno China y la Indía se disponen a acelerar. Y es que sucede igual que pasaba durante la Guerra Fría, los progres de entonces sólo pedían el desarme de un bando.
Y luego queda lo que podamos hacer cada uno dentro de nuestras posibilidades. Hace poco en el trabajo, un compañero hablaba del cambio climático y la culpabilidad del presidente useño, mientras se secaba las manos con un folio inmaculadamente blanco, recién sacado de fotocopiadora. Para matarnos.
domingo, 3 de septiembre de 2017
Alianza.
No creo que lo que voy a escribir no se le haya ocurrido antes a Kim Jung-un, el líder norcoreano. Tampoco necesita quien le sugiera maldades, y por otra parte, no hay mas que ver los vídeos que se le graban para ver que ya se rodea de una buena cohorte de aduladores, asesores y aplaudidores para que a alguno se le ocurra lo que he barruntado.
A decir de los expertos, el problema del "Amado" líder, es que sus explotados ingenieros no dan con la tecnología necesaria para montar las bombas H, termonucleares y lo que vaya saliendo después, para llegar hasta territorio estadounidense. Hasta ahora lo más que podría llegar, a decir de los expertos, es hasta la isla de Guam, tal vez a Alaska y con toda seguridad a Corea del Sur y Japón. A continuación llegaría la hecatombe, algo que no parece alterar el pulso al gordito sátrapa.
Pero tal vez a los norcoreanos les bastaría buscarse como aliados eventuales a los iraníes. Hoy en día con la Deep Web podrían sostener una prolongada charla donde los coreanos propusieran a los persas instalar una base más o menos secreta en Irán. Ganarían el acercarse unos cuantos kilómetros a sus objetivos. Lograrían aprovecharse de los avances que tienen los iraníes en cuanto a misiles, y a su vez los de Teherán podrían conseguir su ansiada tecnología nuclear.
Esperemos por el bien de todos que tan infausta alianza no se produzca porque a Israel no le iba a temblar mucho el pulso (el destino de Japón y Corea del Sur no creo que se halle entre sus desvelos) y Trump todavía no ha demostrado mucho temple a la hora de tomar decisiones drásticas y sin marcha atrás)
Supongo que por ahora la única opción de Trump es convencer a Pekín de que convenza a Pyongyang que se corte un pelo y se dedique a cultivar más arroz y menos ojivas.
A decir de los expertos, el problema del "Amado" líder, es que sus explotados ingenieros no dan con la tecnología necesaria para montar las bombas H, termonucleares y lo que vaya saliendo después, para llegar hasta territorio estadounidense. Hasta ahora lo más que podría llegar, a decir de los expertos, es hasta la isla de Guam, tal vez a Alaska y con toda seguridad a Corea del Sur y Japón. A continuación llegaría la hecatombe, algo que no parece alterar el pulso al gordito sátrapa.
Pero tal vez a los norcoreanos les bastaría buscarse como aliados eventuales a los iraníes. Hoy en día con la Deep Web podrían sostener una prolongada charla donde los coreanos propusieran a los persas instalar una base más o menos secreta en Irán. Ganarían el acercarse unos cuantos kilómetros a sus objetivos. Lograrían aprovecharse de los avances que tienen los iraníes en cuanto a misiles, y a su vez los de Teherán podrían conseguir su ansiada tecnología nuclear.
Esperemos por el bien de todos que tan infausta alianza no se produzca porque a Israel no le iba a temblar mucho el pulso (el destino de Japón y Corea del Sur no creo que se halle entre sus desvelos) y Trump todavía no ha demostrado mucho temple a la hora de tomar decisiones drásticas y sin marcha atrás)
Supongo que por ahora la única opción de Trump es convencer a Pekín de que convenza a Pyongyang que se corte un pelo y se dedique a cultivar más arroz y menos ojivas.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)