La Sentencia.

Hay que ir adelante, avanzar. Cuando te encuentres un traidor llámale traidor. Cuando te encuentres un ladrón, llámale ladrón. Cuando te encuentres un cobarde, llámale cobarde. Siempre adelante, hasta encontrar el sepulcro del hombre que nos va a rescatar en los luceros. Miguel de Unamuno.

lunes, 24 de septiembre de 2018


Ahora que andamos a vueltas con la posible exhumación de los restos de Francisco Franco de su tumba, me viene a la memoria lo que se hizo nada menos que con el rey visigodo Alarico. Ese sí que puso ciertamente difícil que sus restos fueran profanados.

Cuando murió se hizo que unos cuantos prisioneros romanos se afanaran en desviar el curso del rio Busento, en Italia.  Una vez hecho esto, se procedió a enterrar en el lecho del río a Alarico junto un espléndido tesoro. Tras ello se volvió a dejar correr las aguas por su cauce natural, tapando  definitivamente la tumba.

Y para rematar la faena, se finiquitó a los prisioneros, no se fueran a ir de la lengua. Muchos han intentado dar con la tumba, incuso Hitler mandó una expedición científica y recientemente varios arqueólogos han intentado dar con los restos, pero no ha habido manera.

Ese sí que lo supo hacer.

lunes, 17 de septiembre de 2018

Esclavos.

A ver si alguien sabe cómo hacerse con las actas de la Conferencia Mundial contra el Racismo de Durban en 2.001.

Durante las intervenciones de los representantes africanos, se pedían reparaciones tanto morales como financieras (las primeras al final se traducían en las segundas).

Unos pedían a los países esclavizadores ayudas al desarrollo, otros que se les condonara la deuda y había quienes pedían ambos modos.

Como suele suceder con este tipo de encuentros, todo se tradujo en una declaración de buenas intenciones y un despedirse hasta que nos volvamos a ver.

Pero me encantaría leer (o si puede ser, ver el video) el momento en que un representante de los yoruba de Nigeria reclamaron compensaciones a los Fon, también de Nigeria, que en el pasado (y en algunos casos, en la actualidad) esclavizaron, masacraron y expoliaron a los primeros.

Me encantaría ver alguna que otra cara de estupor.

lunes, 10 de septiembre de 2018

Descifrando.

Qué tiempos aquellos cuando en las empresas estaba el jefe, el encargado, los oficiales (de primera y de segunda), los empleados y los aprendices.

Ahora las denominaciones son de todo tipo (aunque los salarios tampoco es que hayan cambiado mucho) Ahora miras un currículo y ves toda una retahíla de cargos desempeñados, pero en verdad no llegas a saber qué ha hecho esa persona en ese puesto.

Y para hacerlo más indescifrable aún la mayoría de puestos y funciones tienen la denominación en inglés, con lo cual la confusión llega al máximo.

Véanse dos ejemplos: Existe el Empowerment, que sonaría a algo bueno por aquello de "power", pero en realidad se trata de la delegación de responsabilidades dentro de la empresa, con lo cual es bueno para el currito si es que delega y malo si es el que asume el marrón, porque seguramente será algo que no se compense económicamente.

También anda por ahí el Intrapreneuship, que viene a ser la asunción de riesgos de riesgos dentro del negocio interno de las empresas. O sea, algo que también es malo, o sea, el cabeza de turco si las cosas vienen mal dadas.

Tampoco sería tan difícil colocar entre paréntesis la definición de cada puesto y función. Seguramente que exista dentro de las grandes empresas el especialista en descifrar en qué consiste cada cosas. Debe estar muy valorado.

lunes, 3 de septiembre de 2018

Arrimando el hombro.

Acaba de decir la inefable Carmen Calvo que para solucionar el problema catalán todos los partidos implicados deben arrimar el hombro.

El problema es saber hacia dónde deben encaminar ese esfuerzo que se les pide. Bien sabido es que en el juego del soga-tira, todos arriman el hombro a base de bien, se dejan sudor, llagas y sufrimiento en unos pocos segundos, pero todo ello lleva a unos momentos de incertidumbre donde ninguno gana y sólo los que más tiran se llevan el premio.

No creo que esa petición vaya a arreglar nada, aunque me lleva a pensar que tal vez el subconsciente haya traicionado a la vicepresidenta, y haya utilizado a emplear el verbo arrimar pensando en Inés Arrimadas, la candidata del partido más votado en las últimas elecciones en Cataluña. Que lo piense.