La Sentencia.

Hay que ir adelante, avanzar. Cuando te encuentres un traidor llámale traidor. Cuando te encuentres un ladrón, llámale ladrón. Cuando te encuentres un cobarde, llámale cobarde. Siempre adelante, hasta encontrar el sepulcro del hombre que nos va a rescatar en los luceros. Miguel de Unamuno.

lunes, 24 de septiembre de 2018


Ahora que andamos a vueltas con la posible exhumación de los restos de Francisco Franco de su tumba, me viene a la memoria lo que se hizo nada menos que con el rey visigodo Alarico. Ese sí que puso ciertamente difícil que sus restos fueran profanados.

Cuando murió se hizo que unos cuantos prisioneros romanos se afanaran en desviar el curso del rio Busento, en Italia.  Una vez hecho esto, se procedió a enterrar en el lecho del río a Alarico junto un espléndido tesoro. Tras ello se volvió a dejar correr las aguas por su cauce natural, tapando  definitivamente la tumba.

Y para rematar la faena, se finiquitó a los prisioneros, no se fueran a ir de la lengua. Muchos han intentado dar con la tumba, incuso Hitler mandó una expedición científica y recientemente varios arqueólogos han intentado dar con los restos, pero no ha habido manera.

Ese sí que lo supo hacer.

2 comentarios:

  1. Bien enterrado, sí señor. Lo que nunca termino de entender de la mente de los grandes (faraones incluídos) es su afán de irse del mundo con sus tesoros. ¿No podrían haber metido los tesoros en un Banco y ellos ser enterrados junto a un cheque bancario por ese valor?

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