Hay algo que no me cuadra en la propuesta de Yolanda Díaz acerca de la nueva regulación del despido que propone.
Supuestamente lo dificultaría y haría más complejo el despedir al empresario, pero también propone que a la hora de indemnizar, se tendría en cuenta las circunstancias personales de cada trabajador. Y se tendría en cuenta el daño que sufriría el despedido en función de sus factores personales.
Así que ya me imagino a los empresarios contratando exclusivamente solteros, que vivan con sus padres, sin hijos ni pareja, y, a poder ser, con algo de ahorros para ir tirando hasta que encuentren otro trabajo.
Eso, por no hablar de la reticencia de los empleadores a la horar de contratar. Sucedería algo que pasa con los alquileres. Si el empresario ve el hacerse con un nuevo trabajador como un riesgo indudable, se lo va a pensar, y mucho, antes de tomar la decisión. Lo cual no va a aliviar los números del paro.
Cuando hacen leyes proteccionistas para el trabajador, como pretende ser esta, siempre hay otra cara que no se si siempre tienen en cuenta.
ResponderEliminarEs una paradoja que tiene sentido económico: las medidas que regulan el mercado de trabajo lo que producen es más paro.
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