Ayer, circulando por la autopista me llevé una sorpresa. En uno de los carteles situados encima de la vía, había un mensaje.
Simplemente decía que un
vehículo, cuya matrícula se detallaba, iba demasiado deprisa. Desconozco si el
aviso conllevaba la multa correspondiente, o solamente era un aviso porque la
velocidad de ese coche se acercaba peligrosamente al límite permitido.
Me imagino que el conductor advertido
de manera tan pública, reduciría su velocidad de modo inmediato, continuando su
viaje con la duda acerca de si había sido sancionado y teniendo toda la precaución
al volante.
Tal vez Tráfico podría copiar un
poco al mundo del fútbol. Podrían considerarse varios tipos de avisos. Cuando
la velocidad fuera excesiva, pero sin sobrepasar el límite, el conductor podría
recibir una amonestación. Si el hecho sancionado no fuera grave, por pisar
ligeramente una línea o pasarse por poco del límite de velocidad, se podría dar
al infractor como una tarjeta amarilla, y a la segunda amarilla, o por una
falta grave, castigar el conductor con la tarjeta roja, o sea, la multa
correspondiente.
Todo el que estuviera apercibido,
conduciría mucho más prudentemente, lo cual reduciría por necesidad la siniestrabilidad
de las carreteras.
Es una idea.
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