Queda claro que la futbolista Jennifer Hermoso es obediente.
Su sindicato le dice que se
retracte, y de decir que el beso no tenía importancia, pase a decir que no fue
consentido. Llega la Fiscalía de la Audiencia Nacional, le ofrece denunciar, y
ella denuncia. Ello tras un buen tiempo después de los hechos. Lástima que
cuando en la final, le dijeron que marcara el penalti, ahí no estuvo tan obediente.
No se puede estar a todo.
Tras la denuncia, puede que
llegue el juicio, y lo curioso es que no se va a poder aplicar que Rubiales
ejerció violencia, si acaso sorpresa, y eso reduciría bastante la cuantía de la
pena. En el supuesto de que sea condenado, porque los videos van a ser un quebradero
de cabeza tanto para juez como para fiscal.
Así que lo más seguro, es que
todo pueda quedar en una mera multa, y con las multas con que la Federación
paga a sus directivos, para Rubiales puede ser una nimiedad.
Y el también puede remover su
situación es el seleccionador destituido, que aún se preguntará por qué le
despiden por aplaudir en la famosa asamblea y le sustituyen por una mujer que
también aplaudió sin contemplaciones. Que también hay vídeos.
Tras haberse librado de cosas bastante más graves, para las que en este país parece haber bula, va a caer por culpa de una encerrona y por esa manera de comportarse, igual que un macarra de discoteca.
ResponderEliminarAsí acabaron con Al Capone.
EliminarBueno, no tengo idea de eso, pero trataré de buescar en las redes
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