Cabría decir, y sin ánimo de insultar, que este consejo de gobierno que nos rige, está loco de remate. Cuando se habla de “loco de remate” no significa que sea tal su condición, que sólo quepa una eutanasia compasiva. Al parecer esa expresión sólo significa que se ha llegado a la locura extrema, y que ésta, no puede llegar a un extremo mayor.
Me imagino que los viernes, los
ministros se reúnen con su jefe para idear que más se puede hacer para mantener
el poder a toda costa, y salir airosos de las contiendas electorales que se
avecinan a corto y medio plazo.
Da igual que lo que se ocurra a
esas mentes calenturientas, todo se puede aprovechar por muy disparatado, impracticable
o fabuloso que parezca. Al fin y al cabo, el gasto no sale de sus bolsillos.
Lo malo es que esto lleva la conclusión
de que todo hace merecer a España el calificativo de remate, pero en otra de
las acepciones de la RAE, esto es: 5. m. Adjudicación que se hace de los bienes
que se venden en subasta o almoneda al comprador de mejor puja y condición.
Vamos, que sólo hace falta ver a
Pedro Sánchez gritando a todo trapo: “¡Bueno, bonito, barato, vamos, que nos
vamos! ¡Vean las gangas que tenemos hoy, que lo tiramos todo por la ventana!”
Es penoso.
ResponderEliminar