¿Y si la culpa de la pérdida del espíritu de diálogo y moderación fuera cosa de la prensa?
Recuerdo que hace muchos años, vi en Atenas como la gente
esperaba la apertura de los quioscos para comprar el periódico. Una vez
adquirido, lo ojeaban a toda velocidad, y los alrededores de los quioscos se
convertían en improvisadas ágoras donde se discutía sobre la actualidad. Ignoro
si era sobre política, deportes, sucesos o qué, pero los periódicos eran algo
sagrado.
También rememoro cuando los periódicos tenían una sección que
era Cartas al director. Era una de mis secciones favoritas. Por supuesto, que esas
cartas sufrían una criba. Sería curiosa una recopilación de las cartas desechadas.
Pero gracias a eso, no se publicaba cualquier cosa.
Esa sección a desaparecido de los rotativos en papel, y los
mismos diarios están en vías de desaparecer.
Ahora existen los comentarios en las noticias publicadas en internet,
pero no hay filtro, salvo que se digan auténticas burradas. Así que, la gente sólo
lee dos o tres, porque no puede leer los cientos de comentarios, y que
generalmente adolecen de fanatismo, conspiracionismo y defensa acérrima de los
suyos. Lo cual nos hace dudar de los comentarios y hasta de la noticia misma.
No digo que se supriman esos comentarios, pero podría haber
una selección de comentarios que pasaran un cierto filtro de calidad.
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