Ahora Felipe VI debe esperar a que los representes de Junts, Esquerra y Bildu le digan qué piensan votar en la investidura de Pedro Sánchez. Técnicamente, si no aparecen él no puede valorar su postura. No vale con lo que digan en los medios de comunicación. Y cómo para fiarse de lo que diga el presidente en funciones al respecto.
No sé si estará contemplado el
que los tres partidos le manden un burofax dando su parecer. Al menos la
Constitución Española no lo expresa por ninguna parte. Pero, un desplante más a
la Carta Magna, ya qué más da. Tal vez ahora Pedro Sánchez esté sopesando el uso
de pinganillos si los tres díscolos van a la Zarzuela, o incluso que Felipe VI
sea el que vaya a Barcelona y Vitoria. Todo sea por la Moncloa.
Si las últimas elecciones
tuvieron que bregar con los calores estivales, algo parece indicar que las
próximas tendrán que enfrentarse a los fríos de enero. Aunque con esto del
cambio climático no parece que vaya uno a tener que abrigarse mucho para poder
votar. Y además, disminuiría el voto por correo, y habría más electores en los
colegios para darse calor unos a otros. Un ahorro en calefacción.
Resulta un tanto esperpéntico.
ResponderEliminarNo entendí mucho. Lo que sí te puedo decir es que los envidio porque pueden votar. En Venezuela la dictadura vació al voto de significado
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