Todos los dictadores en activo o en vías de serlo, suelen tener algunos rasgos en común. Uno de ellos suele ser la manipulación del tiempo. Tienden a fijar días en el calendario, en el cual marcan fechas conmemorativas de los hechos significativos de su estancia en el poder.
También aspiran a que su tiempo
de ejercicio sea lo más largo posible. Incluso llegan a hablar de milenios. Y
finalmente, sólo en los casos más extremos, los dictadores, o aspirantes a
ello, deciden instaurar su propio calendario, y, como en el caso de la revolución
francesas, imponen su propio calendario o comienzan a contar los años desde algún
hito histórico del régimen (Año de la Revolución, Año de la Victoria, etc.).
Pues viendo como el candidato a
la investidura maneja los tiempos para poder negociar con sus socios de gobierno
y posibles apoyos, algo dice que pudiera ser que el candidato Sánchez tenga
otra noción del tiempo, y una vez lograda la prórroga de su estancia en La
Moncloa, prescinda del calendario cristiano y decida inaugurar la Gloriosa Era
Sanchista, en la cual ya estaríamos en el año V de su reinado simpar.
¿Tú crees?
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