La Sentencia.

Hay que ir adelante, avanzar. Cuando te encuentres un traidor llámale traidor. Cuando te encuentres un ladrón, llámale ladrón. Cuando te encuentres un cobarde, llámale cobarde. Siempre adelante, hasta encontrar el sepulcro del hombre que nos va a rescatar en los luceros. Miguel de Unamuno.

domingo, 2 de julio de 2023

Miramamolín.

 Ya sabemos que los doctos historiadores se empeñan en que los cambios históricos no se deben a sucesos puntuales, y que todo se va pergeñando poco a poco. De tal modo que las transiciones, los cambios de tendencia, las revoluciones y los vaivenes van madurando con calma, hasta que se desata la vorágine que nos hace parecer que un cambio radical se ha dado.

Pero, por mucho que se empeñen, no puedo de dejar de inclinarme a que los musulmanes podían haber perdido su hegemonía en la península debido a un mote.

Y es que un mote bien elaborado, socava la reputación de cualquiera y le deja hecho unos zorros si se quiere dedicar a liderar nada menos que el campo musulmán durante los tiempos de la Reconquista.

Poco antes de la batalla de las Navas de Tolosa, el bando musulmán era dirigido por Amir al-Mú’minin, que traducido sería el Príncipe de los Creyentes.

Pero sin duda, aquello debía ser harto difícil de pronunciar por los que componían el ejército cristiano, así que a dicho príncipe se le comenzó a denominar Miramamolín, más fácil de pronunciar, pero sin duda más irrespetuoso.

Y no hay quien me convenza de que ahí comenzó el declive sarraceno.

1 comentario:

  1. En esta tierra nuestra, siempre se nos dio muy bien lo de los motes llamativos.

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