Y en este cúmulo de despropósitos en el que nos hallamos
sumidos, van los de Compromís, coalición de ámbito valenciano, y se descuelga
con que no quiere que en la basílica del Pilar se muestren las bombas que el
ejército republicano arrojó sobre ella, y no llegaron a explotar.
No creo que, a estas alturas de la película, alguien vaya a
clamar venganza por esos artefactos sin explotar. Al fin y al cabo, no causaron
ningún artefacto, aunque sí que algún que otro desperfecto.
La experiencia hace pensar que Compromís quiere que las
bombas no se expongan, y que, para evitar riesgos innecesarios y gastos
superfluos, las hagan detonar donde están ubicadas y cumplan, por fin, su
macabra misión.
Aunque a las armas le pasa como a las ideologías, que con el
tiempo acaban caducando.
En fin, creo que la propuesta habla por si sola.
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