Sura 47. El Corán.
Esta es la semblanza del Jardín prometido a los temerosos:
Ríos de agua de inalterable olor, ríos de leche siempre del mismo sabor, ríos
de vino, dulzor para los que beban, y ríos de miel pura.
En él tendrán toda clase de frutos y perdón de su Señor.
¿Es lo mismo que quien será inmortal en el Fuego y se le
dará de beber agua hirviendo que le destrozará los intestinos?
Un día de estos me tengo que acercar a la mezquita más cercana y preguntar para qué prometen ríos de vino en el paraíso. Si se puede beber de ellos, ¿por que prohibir el vino ahora?, si no se puede beber de ellos, ¿no correspondería su lugar al infierno? Qué dilema.
Bueno, en las religiones casi todo lo bueno es pecado, hasta que mueres y se convierte en un premio.
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