La Sentencia.

Hay que ir adelante, avanzar. Cuando te encuentres un traidor llámale traidor. Cuando te encuentres un ladrón, llámale ladrón. Cuando te encuentres un cobarde, llámale cobarde. Siempre adelante, hasta encontrar el sepulcro del hombre que nos va a rescatar en los luceros. Miguel de Unamuno.

martes, 11 de mayo de 2021

Diógenes.

 

Ya que pertenecía a la escuela cínica, no sabemos si a Diógenes de Sinope le hubiera gustado la fama que ha alcanzado para la posteridad.

Seguramente pensaría que tal vez se debiera a sus pensamientos, sin embargo quedaría desilusionado al saber que ninguno de sus escritos se ha conservado.

Opinaría que tal vez se debiera a su ingenio, como cuando era esclavo, y su dueño, viendo su valía, le preguntó que qué era lo mejor que sabía hacer, y él respondió audazmente: Mandar, así que te ordeno que me liberes.

Y le salió bien la jugada, porque fue libertado e incluso su dueño le hizo instructor de sus hijos.

Pero no, el destino suele ser juguetón, y no es recordado por ello, sino por darle nombre a una enfermedad mental, consistente en acumular con desmesura todo tipo de objetos y pertenencias que generalmente no le sirven para nada al dueño. Curioso, cuando él se caracterizaba por vivir en una tinaja sin ningún tipo de posesión.

Pensaría que sí, que el destino es juguetón, y se volvería desencantado a su tinaja.

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