Se ha decretado que están prohibidos los abrazos,
estrechamiento de manos, besos en la mejilla, besos en los labios y aún no sé
si el palmotear la espalda estará permitido o no.
Tan sólo se tolera el saludo verbal y ese nuevo invento del chocar los codos. Tal
vez hubiera sido más cómodo importar esa costumbre oriental de inclinarse ante
el prójimo, aunque tal vez, tal y como tenemos por aquí las espaldas, en poco
tiempo se hubieran llenado las consultas de traumatología con gente con las
lumbares doloridas. Mejor dejar lo del codo. Tal vez hasta se acabe imponiendo
después de la epidemia.
Pero yo que llevo toda la vida conviviendo, estudiando y
trabajando con zurdos, veo una ventaja en esa costumbre del codo. Mientras que al estrechar la mano, el zurdo
se ve con la incomodidad de tener que emplear la mano no dominante al hacerlo
con un diestro (pareciera que el diestro sería el normal y el zocato el extraño
que se debe adaptar), cuando se chocan codos es totalmente indiferente el codo
que use cada cual. El impacto se va a producir de todas maneras. Debe ser lo que se llama un saludo inclusivo.
Mientras se recuerda que el codazo también sirve para mostrar complicidad si se da en un costado con moderación, o ánimo de deshacerse del que lo recibe si el impacto se propina con violencia inusitada.
Quizá mejor hubiera sido el saludo oriental del que hablas.
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