Sirva como muestra lo ocurrido en Madrid. A la ínclita Carmena ahora le han entrado prisas por eliminar calles con denominación franquista. Han encargado el tarea de buscarlas a un equipo asesor creado ex profeso, y los resultados no han tardado en llegar: todo homenajeado con una calle, avenida, callejón, plaza, etc. que no tuviera pedigrí franquista pero al que cupiera el honor de tener un tocayo con ascendencia en el anterior régimen, verán suprimido tal privilegio.Es claro que el sesudo equipo asesor no se ha molestado en consultar los acuerdos municipales en que se adjudicaban esas calles, sólo se han molestado en buscar en Wikipedia quiénes eran esos personajes, y de ahí tales errores.
Si se tiene en cuenta que el 80% de los vecinos ignoran a quién está dedicada la calle en la que habitan, ¿a qué tanto gasto inútil habiendo tantas prioridades?
Y lo malo es que rodando la bola del tiempo volverá un gobierno municipal a la derecha y no tendrá valor de reparar el desaguisado, con lo cual la desmemoria histórica quedará asentada por prescripción del tiempo.



