Ante la polémica surgida por la irreverencia premeditada en la televisión estatal, la que se supone que es de todos, Bolaños, Ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes de España, ha manifestado que es deseo del gobierno suprimir el delito de ofensa a los sentimientos religiosos.
Ahora, me gustaría saber cuál es su opinión después de que el filósofo Fernando Savater, nada sospechoso de creyente, religioso y ni siquiera agnóstico, se haya despachado a gusto contra la humorista, sin ahorrarse el epíteto de gorda. Aunque es de reconocer que la calificó como gorda porque no conseguía recordar su nombre ni auténtico ni artístico. Eso sí que dolerá a la calificada.
Tal vez hubiera que plantearse cómo tratar la ofensa a los sentimientos físicos. Supongo que ante tal invectiva, la humorista volverá a enarbolar su arma definitiva como ha empleado otras veces: su “papo”.
Perio rebuscando por internet me encuentro con que papo aparte de lo que debe tener ella entre los muslos, también significa Tonto. Ahí se lo dejo a su jefe.