Voy a la consulta de la doctora. Cuando me va a examinar se da cuenta de que le falta un artefacto y me pide disculpas porque lo tiene en otro sitio y tiene que ir a buscarlo.
Tarda unos tres minutos, y durante ese tiempo observo que se ha dejado el celular sobre la mesa.
Cuando vuelve, le recomiendo que no lo vuelva a hacer, que corre riesgo de que se lo roben si da tantas facilidades.
Me lo agradece con una sonrisa de circunstancias y se dispone a examinarme. En ese momento se da cuenta de que le falta un componente del aparato que había buscado. Se disculpa y cuando se marcha a por él, me dice: "Pero ahora sí me llevo el teléfono"
Y me deja con la duda de si pensaba que era yo el posible ladrón. Salí de la consulta con la frustración de no haberle tirado el celular y el aparato olvidado a la cabeza.
DON ULTIMO
ResponderEliminarCon la letra negra sobre fondo muy oscuro del post, es muy dificil de leer tu entrada.
Me faltó comprobar cómo quedaba.
EliminarComo dijo el otro: "No volverá a suceder"
Bueno, si al final hubo examen...
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