Cantidades que en principio son neutras, pero que dándole la interpretación taimada adecuada puede dejar en evidencia al contrario y dotar de infalibilidad al que las proporciona.
Por ello no deja de hacer recordar los números que los nazis tatuaban en los brazos de sus prisioneros o las cifras que ostentan en sus uniformes los presos de los presidios. La cuestión es dar dígitos y nunca nombre, apellidos o rostros.
Eso por no hablar del arte de camuflar las cifras. Hay una siniestra contabilidad que que resta de los números que hablan de los errores y que suma en las cifras que hablan de logros. Aunque no se dan cuenta que la inmensa mayoría no va a retener ni por asomo ninguno de esos datos salvo que el fallecido, contagiado o sanado sea familiar o conocido... o uno mismo.
Pero es que además, es tal la cantidad de datos numéricos que nos arrojan (esa es la expresión certera), que ya no prestamos atención y ni siquiera sabemos si nos están mintiendo.
ResponderEliminarLos números son necesarios, siempre. Algo dicen. En este caso es relativo porque 5 y 5 no son lo mismo depende el lugar y la cantidad de habitantes y etc. En esta pandemia nadie en ningún lugar lo pudo hacer bien. Todos estamos en la misma.
ResponderEliminarY de última esto da cuenta de que nos igualó a todos. Es "casi" lo mismo estar en Inglaterra o en Colombia. Da para discutirlo si. Saludos