Está claro que los cuentos de
príncipes y princesas ya no son lo que eran. En Jordania murió el rey Hussein.
Lo normal es que le sucediera su hijo, el príncipe Hamza, pero resultaba que
era demasiado joven, así que se dispuso que mientras maduraba, se hiciera cargo
su hermanastro, el príncipe Abdulá II. Así se hizo, pero Abdulá II le cogió
cariño a eso de reinar, y como se dice en la película La loca historia del
mundo: “Es bueno ser rey”, vio que era bueno y dictaminó que su heredero fuera
su propio hijo.
Ahora, Hamza denuncia que ha
habido un complot y se halla bajo arresto domiciliario, siendo acusado de
conspirar contra Abdulá. Pero los cuentos ya no son lo que eran, porque antes
un príncipe arrestado estaría incomunicado, a oscuras y bajo cadenas, ahora, en
cambio, puede hacer comunicado a través de las redes sociales.
Tal vez se deba, como se suele
contar en los cuentos actuales, o sea, en las películas de cine, a que su madre
era norteamericana, y eso siempre otorga ciertos privilegios.
Aún así, y teniendo en cuenta que
en Washington andan los demócratas, poco proclives a moverse por sus intereses
internacionales, yo que el procuraría ausentarme del país en el primer permiso
de que disponga. Nunca se sabe.
Pues sí, que ande con cuidado por su bien.
ResponderEliminarEn tan solo tres palabras, me has puesto al tanto de la situación de Jordania, cosa que lamento, pues es una de las pocas naciones que se ha dado cuenta de manera bien experimentada, que a Israel el mejor tenerlo como amigo que como enemigo.
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