Cuando ya parece claro que Trump va a volver a la Casa Blanca, hay algunos colectivos que se han echado a temblar.
Uno de ellos es el de las feministas radicales, que para mostrar su adhesión a Kamala, han decidido adoptar algunas pautas para identificarse entre ellas, y, a la vez, manifestar su postura ante los demás.
Ellas han decidido raparse el pelo, portar mascarilla y llevar una brazalete azul. Supuestamente, de esa manera se pueden identicar entre ellas. Más o menos como los esperantistas, que se identifican entre ellos mediante la insignia de una estrella verde, o los muchos gestos que tienen los masones para saber si están ante un colega o no.
Pero teniendo en cuenta que muchas pacientes oncológicas suelen perder su pelo y verse con la necesidad de utilizar mascarilla quirúrgica, al final solo podrán tener seguridad de encontrarse ante una correligionaria, sera utilizar el brazalete azul. Podían haber empezado por ahí.
Ya va habiendo tantos colectivos que acuden a colores o signos identificativos que, al final, van a acabar pasando desapercibidos.
ResponderEliminarEs curiosa la forma que adopta la negativa de la derrota por parte de los correligionarios desesperanzados. No obstante, la propia Kamala Harris, a las veinticuatro horas de la votación, eso si, felicito de forma democrática al.vencedor Donald Trump. Si hubiese sido al revés otro gallo hubiese cantado. Afortunadamente en los países democráticos suele ganar el vendedor de las elecciones. Casi siempre.
ResponderEliminarPodrían en todo caso las correligionarios de los Estados unidos haced acciones mejores y más positivas, que no embarcarse en un negativismo identificador. Si es que cada los tiene sus propias cosas.
Y ganó Trump. Hoy se normaliza que vuelva alguien risible, un personaje de comic pero malo je. Que momento malo para la política eh, en general, en todos los países (de Argentina ni hablemos). Saludos.
ResponderEliminarBrazaletes azules, lazos amarillos, banderas... ¿Hay alguien que no porte algún distintivo?
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