Ha quedado un poco confuso lo del incendio de la catedral de Córdoba. Todavía estaba aquello humeando, y ya se ha había informado que todo era un cortocircuito sin ningún ánimo alevoso por parte de nadie.
Pero mal pinta el asunto para la iglesia católica. En breve saldrán voces reclamando que la catedral sea expropiada y toda su titularidad dada al omnipresente estado, ya que la iglesia tan mal ha cuidado de tan preciado bien. E incluso alguno habrá que pida que retorne a manos musulmanas, algo que no tendrían inconveniente en asumir. Aunque eso tendría la ventaja de que podrían hacer allí cuantas fiestas del cordero se les antojara. Espacio no les iba a faltar.
Los daños han quedado en una capilla derruida y otra bastante dañada, pero, dado que una de ellas se llama de Almanzor, lo mismo la comunidad islámica se siente ofendida y piden una reparación.
Lo dicho, todo ello huele a chamusquina para la iglesia católica.
No creo que haya sido intencionado, desde luego alguien habrá que quiera sacar partido de este suceso que deja en evidencia la falta de atención que se presta a nuestro patrimonio.
ResponderEliminarUn saludo