Internet está repleto de vídeos donde se puede ver a un perrito diminuto, que se atreve a desafiar a un perrazo, tres veces mayor que él.
El perrillo ladra y muestra desafiante los dientes mientras que su dueño le sujeta. En el momento en que su amo le libera, corre a refugiarse tras él, mientras que el perro retado muestra su indiferencia.
En el momento en que el propietario del perro “bravucón” es sujetado de nuevo, vuelve a ladrar y a amenazar.
Es algo que parece que está haciendo la flotilla (como poco a poco, va disminuyendo el número de embarcaciones, habrá que utilizar el diminutivo).
Han estado dando vueltas y más vueltas por el mediterráneo hasta que Italia y España les han enviado algo de protección militar. Incluso han tenido que recurrir al paripé de los drones de origen desconocido para intentar justificar la necesidad de esa ayuda.
Me parece extraño que no haya acudido al rescate, cual Séptimo de Caballería, el barco de Open Arms, que es de los suyo.
No sería de extrañar que algún drone visite o vigile esa flotilla. Eso si, un ataque de uno hace más daño del que le han hecho.
ResponderEliminarPero al paso que van la ayuda humanitaria va a acabar caducando.
Un saludo.