La historia siempre se repite.

Recuerdo que hace muchos años leí que un general israelí en plena guerra contra los árabes el siglo pasado, se encontró con que su tropa se había quedado sin agua y lo estaba pasando realmente mal.

Pero tuvo un momento de inspiración, agarró un mapa de la zona y consultado una Biblia ubicó donde podía haber pozos de agua basándose en los que se describen en el Antiguo Testamento. Dio con el agua y sus soldados pudieron beber.

Pero se ve que la tropa israelí actual no tira tanto de la Biblia para saber cómo comportarse en el campo de batalla y fuera de él.

Se ha sabido que Hamas se dedicó a crear cientos de perfiles falsos en Facebook, todos ellos supuestamente mujeres judías de buen ver. Con ellos establecían relaciones de amistad con militares israelíes.  Cuando habían entablado confianza y el militar estaba encandilado y babeante, les decían que Facebook podía crearles problemas de seguridad e intimidad, así que mejor descargarse una app de reciente creación, con la cual la discreción estaba garantizada, y así podían seguir con sus confidencias y piropos con mayor hermetismo.

Lo que no sabía el cándido milite es que la app permitía a Hamas tener ubicada la localización del teléfono en todo momento y así saber si se acercaba a donde ellos estaban y en dicho caso poner píes en polvorosa o incluso poder preparar una emboscada.

¡Ay, si los soldado israelíes se hubieran acordado de la historia de Sansón y Dalila.!