Ya tenemos aquí el 2017, al que sólo cabe pedir que sea un poquito mejor que su antecesor. No pidamos más, que luego se ofende y nos deja a dos velas. No hay que excederse.
Despedí el año pasado viendo por televisión la San Silvestre. Carrera que se saldó como viene siendo costumbre con la victoria de un corredor africano. Pero está vez no ocurrió como en años anteriores, y al atleta eritreo le costó más de lo previsto. Hasta ahora en el primer tercio de la carrera un grupo de africanos metía literalmente el turbo y llegaban tranquilamente a la meta con cinco minutos de ventaja disputándose el primero al sprint entre ellos.
Pero esta vez el ganador logró la victoria imponiéndose al sprint a un español (marroquí nacionalizado) y el locutor en los minutos previos se dejó llevar por la pasión y animó inusitadamente al español. Mientras lo hacía yo pensaba que tal vez se estaba jugando el puesto. Al fin y al cabo estaba mostrando preferencia por el nacional sobre el forastero, y reflexionaba sobre la que está cayendo sobre ese grupo, Hogar Social, que ha decidido ayudar con alimentos a españoles nada más, y en la decisión del Ayuntamiento de abrir un comedor social sólo para necesitados de origDefinitivamente el periodista podía paga cara la osadía.
en extranjero.
Pero finalmente no creo que la sangre llegue al río (en este caso el escurrido Manzanares) porque el eritreo se impuso y le queda la defensa al periodista de que en definitiva él estaba mostrando su apoyo a un inmigrante que entró como ilegal y que además portaba la camiseta del Barça.
Cosas de correr. Ya sabes la frase aquella de "el que corre es un cobarde". Pues, eso : los aficionados a correr deben de serlo para no dar exolicaciones a su mujer o a sus socios.
ResponderEliminarComo dices, ganó el eritreo y pelillos a la mar.
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