Cada vez estoy más conseguido de que al final van a conseguir lo contrario de lo que pretenden.
Llama la atención la celeridad y sincronía con que cada vez que se produce un hecho violento y algo extraño, las autoridades aclaran que no se trata de un hecho terrorista.
Pretenden que con ello la población se quede tranquila y sosegada, y que cuando, más tarde, surge el apellido indudablemente árabe del autor, la noticia ya haya quedado olvidada.
Quedó de manifiesto hace unos días cuando un kosovar tuvo a bien emprenderla a h
achazos dentro de un tren en Dusseldorf. Los medios de comunicación se apresuraron a informar de que el atacante era yugoslavo, todo con tal de evitar la mención a su origen albanokosovar, y por tanto musulmán. Algo ridículo cuando Yugoslavia ya no existe.
Algo parecido al segundo cliché cuando se producen estos sucesos: Indefectiblemente el violento padecía problemas mentales. No falla.
Ello hace que la Sociedad se dé cuenta del truco y reaccione de modo contrario a como se espera de ella. Seguramente habrá ya quien piense que la erupción del Etna que ha provocado varios muertos se ha debido a una motivación terrorista, porque nadie se cree que un volcán pueda padecer problemas mentales.
Hay que cumplir con lo políticamente correcto.
ResponderEliminar