Viendo una de tantas series policiacas, se me ocurre que es
ciertamente es paradójico, nos pasamos toda la vida tratando de conservar
nuestra dentadura perfecta, gastamos cantidades ingentes de dinero, sufrimos
dolores de todo tipo cuando se deteriora y cuando nos la reponen, usamos
productos de todo tipo para mantenerla limpia, fresca y sana, pero hay que
reconocer que muy a menudo fracasamos en el intento.
Pero si luego llega alguien que nos quiere quitar de en
medio y deshacerse de nuestro engorroso cuerpo, se las verá y deseará para que
nuestros tristes dientes y cariadas muelas no muestren nuestra identidad y el
malhechor se vea entre rejas merced a esas piezas dentales que a nosotros se
nos deshacen día a día y al alevoso delincuente le cuesta tanto hacer
desaparecer.
Ironías de la vida.
ResponderEliminarLos malandrines tienen dentadura de cocodrilo.
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