Curioso lo de Japón.
En general todas las monarquías han comenzado aceptando en el trono únicamente varones, la ley sálica en sentido estricto, posteriormente se aceptaban mujeres si faltaba heredero hombre, lo que se llamaba la ley de agnación rigorosa. Posteriormente muchas monarquías han aceptado como heredero el primogénito, al margen del sexo de este. Supongo que el siguiente paso será que se prescinda de la primogenitura, pero si el paso de la ley sálica a la agnación rigorosa ya nos llevó por aquí a las guerras carlistas, no quiero ni pensar lo que puede suceder en este último paso. Leonor vs. Sofía.
Pero en Japón llevan el camino inverso. En el pasado remoto hubo emperatrices sin problema alguno, pero en el siglo XIV, vamos, hace cuatro días, hubo un cruce de cables generalizado y la ley determinó la prohibición de que una mujer subiera al trono, llegando incluso a vetar que se llamara emperatriz a la consorte del emperador.
Y mientras aquí, al ser las dos herederas del actual monarca mujeres, el problema ha quedado aplazado, allí se encuentran con que el actual emperador tiene una hija, así que en un futuro el trono recaerá en el sobrino del emperador, saltándose así a la hija del actual emperador y sus dos sobrinas, mayores que el futuro emperador.
En el pasado Japón también ha tenido sus buenas guerras civiles, así que esperemos que la transición se dé sin problemas cuando llegue el momento y que se vayan pensando en cambiar una ley que puede causar tantos problemas.
Pues ya pueden empezar a solucionar el asunto y no dejarlo para última hora.
ResponderEliminar