La Sentencia.

Hay que ir adelante, avanzar. Cuando te encuentres un traidor llámale traidor. Cuando te encuentres un ladrón, llámale ladrón. Cuando te encuentres un cobarde, llámale cobarde. Siempre adelante, hasta encontrar el sepulcro del hombre que nos va a rescatar en los luceros. Miguel de Unamuno.

jueves, 19 de diciembre de 2019

Las poltronas.

Tendemos a soliviantarnos e indignarnos cuando se conoce que los políticos, al retirarse por voluntad propia, decisión de sus jefes o derrota electoral, cobran cuantiosas pensiones de por vida. Y a veces por tan solo unos meses en sus puestos. Cualquiera, trabaje en la empresa privada o pública, se indigna con razón.

Pero también es de notar que, si sabiendo que van a tener los riñones bien cubiertos luengos años, defienden con uñas y dientes su posición frente colegas y enemigos. Qué no harían si supieran que si caen en desgracia, van a pasar hambre y privaciones.

Llegaríamos al caso de la Rusia soviética o la Alemania nacionalsocialista, donde quien se encaramaba en una poltrona, sabía que si caía en desgracia, podía acabar deportado, fusilado y a menudo con las mismas consecuencias para sus familias. Por ello no dudaban en recurrir al homicidio, la delación y cuanto hiciera falta para mantenerse en la cúspide. Y no le bastaba con eso, tenía que luchar con toda fiereza para optar a mejores puestos y así defenderse mejor de los depredadores que venían por debajo.

Casi mejor dejarlo como está.

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