Qué paradojas tiene la economía. Durante décadas en el Reino Unido muy pocos, ni tories ni laboristas, han querido que la moneda europea se introdujera en el país. La libra esterlina era intocable, y se podía permitir compartir el mercado con el resto europeo, aceptar con reticencias su política económica, pero no nada más, la libra inderogable. Además, era todo un privilegio ver como al cambio la moneda británica se imponía a la europea.
Ha llegado el Brexit, ahora la
libra está más segura que nunca, pero la situación económica en la isla se ha
vuelto de lo más convulsa, de manera que
la caída de la cotización de esta moneda no parece tener fin frente al dólar y
el euro.
Así que no sería descartable que
en unos pocos meses la libra esterlina llegue a la paridad con el euro, y los
comerciantes británicos, que como es normal, anticipan la ganancia al
patriotismo admitirían sin reservas el euro, como sucede desde hace años en
Gibraltar. Algo que empezaría lógicamente por el Ulster, donde se ven obligados
a manejarse con sus vecinos del Eire.
Sería una vuelta a la tortilla de la manera
más inimaginable, todo ello para solaz y regodeo de los "remainers" que poco a poco van creciendo allí a la vista de los acontecimientos.
Como decía un conocido mío hablando del brexit: deja que se marchen, si nunca han estado dentro.
ResponderEliminarUn año convulsionado en todo sentido por lo que decís. No sabía de la caída del valor de la moneda inglesa. Igual no son mis preferidos en nada (ah bueno, en su música quizá si, algo je). Saludos
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