Estamos en medio de una grave epidemia de gripe aviar. Miles y miles de aves han sido sacrificadas para evitar el contagio, y, de paso, se ha ordenado que ninguna granja puede tener sus aves criando al aire libre. Todas han de estar confinadas. De ponerlas mascarillas no han dicho nada de momento.
Ante la disminución de aves ponedoras, los precios de su carne y los huevos están subiendo a una velocidad inaudita como es de suponer. Pero, por otra parte, si todas las aves son confinadas el precio del huevo y de la carne avícola deberían bajar, pues los productos criados en cautividad deben ser más baratos.
No sé, me parece que es algo que no va a suceder. Mientras tanto, que las Autoridades tengan cuidado con todo aquel que les ofrezca remedios, vacunas y demás ayudas para remediar el desastre. Que aunque se trate de gallinas, les acaban dando gato por liebre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario