La Gravedad.

Y llegó Hegel, y se encontró con el texto bíblico de Mateo 10:16, donde Jesucristo dando instrucciones a los apóstoles, les aconseja que en su misión sean como ovejas en medio  de lobos, prudentes como serpientes y sencillos como palomas.

Comparaciones fáciles de entender y comprensibles en todo el mundo, porque aunque no haya palomas, lobos y serpientes en todo el mundo, hoy los documentales de National Geographic hacen milagros, y prácticamente todo ser humano sabe las características de esos animales.

Pues bien, Georg Wilhelm Friedrich Hegel se vio impulsado a decir algo parecido, así que pensó y repensó y soltó lo siguiente: “Aprende a servirte de la gravedad contra la gravedad; sólo así podrás construir una casa sobre bóvedas que se sostengan en pie por sí solas.”

Suerte tuvo que Isaac Newton no tuviera herederos, porque tal vez hubieran tramado alguna demanda legal por un uso tan inusual de la ley de la gravedad, pero parece demostrase aquello de que algunas naciones tienen la tendencia a la filosofía y la abstracción incrustada en lo más profundo de los genes. 

Anda que si todo hubiera empezado con un "Sed como manzanas..."