Supermán es prácticamente omnipotente, de sus facultades
físicas, mentales y tecnológicas ya se ha hablado. Su capacidad operativa se
extiende a escala cósmica. Así pues, un ser dotado con tal capacidad y dedicado al bien de la
humanidad (planteándonos el problema con el máximo candor, pero también con la máxima responsabilidad, aceptándolo
todo como verosímil), tendría ante sí un
inmenso campo de acción. De un hombre que puede producir trabajo y riqueza en
dimensiones astronómicas y en unos segundos, se podría esperar la más asombrosa
alteración en el orden político, económico, tecnológico, del mundo. Desde la
solución del problema del hambre, hasta la roturación de todas las zonas
actualmente inhabitables del planeta o la destrucción de procedimientos
inhumanos (leamos Supermán con el “espíritu de Dallas”: ¿por qué no va a
liberar a seiscientos millones de chinos del yugo de Mao?) Supermán podría ejercer
el bien a nivel cósmico, galáctico y proporcionarnos una definición de sí mismo
que , a través de la ampliación fantástica, aclarase a propio tiempo su exacta
línea ética….
….En el ámbito de su little town el mal, el único mal a
combatir, se configura bajo la especie de individuos pertenecientes al
underworld, al mundo subterráneo de la mala vida, preferentemente ocupado, no
con el contrabando de estupefacientes ni –cosa evidente- en corromper a
políticos o empleados administrativos, sino en desvalijar bancos y coches-correo.
En otras palabras, la única forma visible que asume el mal es el atentado a la
propiedad privada.
Umberto Eco. Apocalípticos e
integrados.
Para mí gusto prefiero como salvador de la Humanidad y perseguidor de malandrines a Don Alonso Quijano o SON QUIJOTE.
ResponderEliminarEl personaje es muy simple.
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