La Sentencia.

Hay que ir adelante, avanzar. Cuando te encuentres un traidor llámale traidor. Cuando te encuentres un ladrón, llámale ladrón. Cuando te encuentres un cobarde, llámale cobarde. Siempre adelante, hasta encontrar el sepulcro del hombre que nos va a rescatar en los luceros. Miguel de Unamuno.

domingo, 12 de diciembre de 2021

Disculpas.

 

Este pasado fin de semana me hallaba en la estación de trenes. La megafonía anunciaba las horas de llegada y salida de cada convoy junto con su procedencia o destino. Mensaje que a continuación era repetido en inglés.

Yo esperaba para coger un cercanías, cuya asiduidad me hacía no prestar atención a los mensajes, hasta que me di cuenta de que cada vez que el altavoz daba una información, añadía la coletilla de “Perdonen las molestias”, también al doblarlo a la lengua del imperio.

Ello me hizo prestar atención y me apercibí que el mensaje se emitía también en los trenes que llegaban o salían a la hora prevista. Asimismo me di cuenta de que a los viajeros extranjeros todo ello le parecía normal, mientras que muchos españoles no podían dejar de mirar sus relojes, y tras comprobar que su tren iba a salir a la hora prevista, mostraban una señal de disgusto.

Deduje que ese adendum era como una cortesía, y que los no españoles lo apreciaban así (supongo que en sus países debía hacerse una formula similar), mientras que los de aquí, muchos, lo interpretaban como que algo iba mal. Y reconozco que si yo estuviera esperando un tren “más importante” tal vez también lo hubiera hecho.

Aunque tal vez lo correcto que ese mensaje se emitiera cuando realmente hubiera un retraso, para que la disculpa pareciera un poco más sincera.

Vamos, que nos hace falta un viajero menos quisquilloso y un servicio público más dispuesto a ser sincero al disculparse, y con menos ocasiones en que tener que pedir disculpas.

 

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