Se podría establecer la siguiente fórmula:
T→V
C→CV
Donde al tabaco con todos sus efectos negativos para el consumidor y los que le rodean le ha surgido toda la industria del vapeo, que al parecer también tiene unos cuantos perjuicios tanto para el consumidor como para que los rodean. Aunque siempre queda la duda de si esos efectos son reales o están siendo propagados por los que están a sueldo de la poderosísima industria tabaquera.
En la segunda línea tendríamos la industria cárnica, que también mueve unos cuantos millones de euros, da trabajo a millones de trabajadores y que también hará lo posible para que no desciendan sus beneficios. Ante ellos ha surgido desde hace tiempo el movimiento vegetariano y últimamente su rama más extrema: el veganismo.
Curiosamente este movimiento ya no se limita a aconsejar a la sociedad a que no consuma carne y sí vegetal, ahora, viendo lo difícil de su empeño, se ha especializado en confeccionar alimentos con componentes vegetales pero cuyo resultado final tiene el sabor y apariencia cárnica, como hamburguesa de soja y especialidades parecidas, curiosamente con un precio un tanto elevado.
No sé si tendrá resultado, pero me imagino a los misioneros del siglo XIX intentando que los caníbales dejaran de zamparse a semejantes y forasteros ofreciéndoles carne de cerdo o vaca pero con la apariencia de un muslo o brazo humano.
No creo que ese sea el buen camino. Eso sí, no deja de dar pingues beneficios.
Ser vegano con todas sus consecuencias, sale por una pasta.
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