Existía en la Alemania medieval una institución llamada el niño de los azotes. Consistía ésta en que cuando el hijo de un soberano cometía alguna falta, incluso la más leve travesura, se consideraba que ésta había de ser castigada.
Se decidía el número de azotes que debía recibir el joven príncipe…para a continuación aplicar el correctivo sobre la piel del llamado niño de los azotes. Eso sí, al menos el sustituido había de contemplar cómo se aplicaba el correctivo. No sabemos si para reformar al príncipe o para su regodeo.
Ante la visita de Merkel a España creo que no es muy difícil ver quién va a hacer de soberano, quién de príncipe y quienes tendremos que hacer de nuevo de niño de los azotes.
Eso también ocurría en la China imperial.
ResponderEliminarCuando el emperador Pu-Yi, siendo niño, cometía alguna trastada o travesura, se castigaba a alguien del séquito.
Merkel ha venido a pasar revista, ver las cuentas y decir que vale, pero que hay que seguir:ahora, más deberes.
El Pacto de estabilidad y fijar el incremento salarial a la productividad, es el nuevo objetivo.Lógico.
Europa dijo ayer que sí;UGT y CCOO que no y Valeriano de palmero.
Veremos...
Lo triste para España y los españoles es haber perdido la condición, ya infame, de semi-colonia, para pasar directamente a la de colonia.
ResponderEliminarSaludos.