Ya me pareció mal cuando el partido popular propuso todo un artículo de la Constitución que prohibiera la convocatoria de cualquier referendum ilegal. Me pareció una propuesta muy oportunista y con una finalidad que se podía solventar con otros métodos más sencillos y vigentes.
Y ayer se ha visto que tampoco los socialistas se libran de tal lacra. Bono aprovechó el discurso institucional del aniversario de la Constitución para arremeter contra los controladores aéreos. A veces parecía que quien había escrito el discurso era el mismo José Blanco. José Bono leyó, así que no se puede decir que fuera un calentón momentáneo o víctima de las circunstancias. Aquello tenía su finalidad.
No estoy de acuerdo con lo que han hecho los controladores. Y aunque al final no pasará absolutamente nada, no hubiera estado de más que hubieran despedido a algunos de ellos y los demás se hubieran ido a la cama con unas cuantas sanciones económicas, pero lo de Bono no tiene mucha justificación.
A este paso veremos como cualquier diputado arremete desde el hemiciclo contra el presidente de su comunidad de vecinos porque ha propuesto una reforma del portal con la que él no está de acuerdo.
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