El Partido Popular critica que no fuera a la misa papal de Barcelona aunque me pregunto: si jamás va a misa ¿por qué tendría que ir a esta?
Tengo la sospecha de que Zapatero no es que quisiera evitar a Ratzinger I, sino que quería evitar a toda costa un encuentro con Montilla.
Pese a todo supongo que el alemán debe ser mejor conversador que el cordobés, aunque tampoco es que el vallisoletano sea la alegría de la huerta. Allá cada cual a la hora de decidir si quiere ir a Barcelona a echarse unas risas con el papa o visitar Afganistán a echarse unos vinos en la cantina de un campamento, porque muchos bares no creo que haya por esos pagos. Y no creo que la escapada presidencial se deba a un temor de ZP a una bronca, a todo hubiera respondido con su proverbial sonrisa, y tampoco por miedo a nuevos abucheos, porque no creo que en Kabul le recibiera una multitud enfervorizada, y menos cuando se hizo acompañar de Trinidad Jiménez y Carme Chacón. Otro par de alegres.
Lo que resulta desolador es nuevamente la pacateria de la supuesta derecha española. Cuando la han preguntado su opinión acerca del discurso de Benedicto XVI, Cospedal, visiblemente angustiada ante la tesitura de tener que posicionarse, no ha tenido empacho en proclamar que no es función del Partido Popular sobre lo que dijo o dejó de decir el Papa.
Mejor hubiera hecho el periodista en preguntarla si al menos vio, escuchó o leyó el discurso.
Este patán lo que no quiere es verse con la multitud.
ResponderEliminar