Laporta al cubo.

Ultimamente tiene más emoción el hombre del tiempo que el locutor que informa acerca de cómo han quedado las últimas elecciones.

Y es que está visto que si no hay mochilas por medio los resultados suelen ser como vaticinaron los medios de comunicación. Eso sí, antes conviene hacer una media entre todo lo que aventuran porque siempre hay alguno al que puede más el corazón que el cerebro y suelta alguna burrada que otra.

Eso sí, lo del partido de Laporta me recuerda al chiste de aquel que dice que va a votar al partido rosa, porque ya puestos a ser enculados por el que gane, sea el que sea, al menos que sean expertos.

Así que supongo que el votante de Laporta habrá pensado que ya que gane quien gane se va a dedicar a lo suyo, a hacer trapicheos mafiosos y a robar, al menos que lo haga un profesional (y encima del Barça)
Supongo asimismo que también Laporta habrá lanzado algún suspiro al ver ahora como se hace más difícil su procesamiento, porque todo lo que se va destapando de su gestión en el Barça es todo un asco.

Pero ya se sabe que los negocietes, chanchullos y contactos que se hacen en los palcos no se hacen en ninguna parte. Y deben ser formidables esos contactos, porque se sepa todo aquel que ha intentado introducirse en el mundillo político con una formación propia ha salido trasquilado o peor: Ruíz Mateos, Gil y Gil, Mario Conde, etc.

No creo que con tres escaños pueda influir mucho en el deambular de Cataluña durante cuatro años, pero al parecer ya están pensando si en la próximas oposiciones a ujieres del parlament pedir el temario habitual o solicitar el temario que empleó la Comunidad de Madrid para el examen de portero de discoteca.