Veo por televisión que China ha comenzado un censo de toda su población tras diez años sin hacerlo. Para ello ha movilizado un ejército de censadores que van a recorrer la inmensa república para que no se le escape ningún ciudadano, ya que más de uno lo va a intentar, pues a todo aquel que haya incumplido la ley que sólo permite tener un hijo, será sancionado sin piedad.
Me pregunto si en dicho censo será requisito como se refleja en la Biblia que cada chino se tenga que desplazar a su lugar de origen.
Eso implicaría que España durante unos días se vería con la inmensa mayoría de sus todos a 100, sus tiendas de frutos secos y alimentación, sus tiendas de ropa barata y sus restaurantes cerrados a cal y canto.
Pavor y desolación preveo en la población careciendo de sus servicios esenciales.
Claro que hoy en día las ciencias avanzan que es una barbaridad, y es más que probable que las autoridades chinas permitan que los chinos emigrantes puedan ser censados por internet. Y viendo como en cada comercio gestionado por orientales funciona a todas horas al menos un ordenador, no auguramos que vaya a haber ninguna dificultad. Otra cosa es lo que mientan u omitan al rellenar el impreso correspondiente.
Los comerciantes españoles con su gozo en un pozo.
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